ESCUELA de ARTE de BERISSO


BLOG de la CÁTEDRA de PRODUCCIÓN y PROMOCIÓN COMUNITARIA del 4º AÑO del PROFESORADO en ARTES VISUALES de la ESCUELA de ARTE de BERISSO. Profesora Emilia Gaich.



viernes, 19 de noviembre de 2010

2ª Expo 2010

Exposición realizada en el bar Bohemia, en la ciudad de Berisso.
"La escuela como referente". Muestra fotográfica colectiva.
Expositores: Pedro Díaz. Mariana Elíades. María Cecilia Holubyez. Carlos Rodríguez. Matilde Rodríguez. Viviana Navetta.


                         



TP nº4. María Cecilia Holubyez.
CARPETA DE PRESENTACIÓN:
Tema: Escuela de Arte  
Motivo: En el taller
Fundamentación:

La imagen fotográfica es la que más se aproxima a la apariencia de los seres y las cosas. De todos los medios de representación, es el que ofrece mayor analogía con lo real. Esto es una de sus virtudes y allí es donde reside su potencialidad.
Refiriéndose a la fotografía, afirma Roland Barthes que “toda fotografía es un certificado de presencia”. Ese certificado, esa posibilidad de estar en el taller, nos permite contemplar un tiempo anónimo y diferente de los personajes que lo transitan y que el ojo rescata en imágenes para la vista de los otros.
La fotografía en tanto arte supone un lento y arduo aprendizaje de la mirada que se completa como estilo perceptivo. El necesario acuerdo  entre la libertad creadora y la disciplina visual hacen de una foto mucho más que una re-presentación.

Propuesta estética:

Para hablar de estilo resultaría pobre la respuesta que lo redujese a la elección de determinados recursos técnicos. Por eso me gustaría  vincular esta pequeña muestra con el fotógrafo Anatole Saderman quien dentro de las múltiples posibilidades expresivas del medio, privilegió dar testimonio de un sector de la sociedad, la de los plásticos argentinos.
Con gesto respetuoso lo que Saderman produce no es una fotografía como espacio plástico independiente, sino como humana alusión al referente, a la realidad fotografiada, que cobra en sus imágenes toda la densidad de lo real, transfiriendo a un segundo plano lo específicamente técnico y fotográfico.
Algo sobre Anatole Saderman:
Su historia personal es arquetípicamente argentina: la de un joven inmigrante que organiza su vida en el nuevo continente. Nació en Moscú en 1904, las inquietudes culturales del grupo familiar le permitieron cursar además de sus estudios regulares, clases de dibujo y frecuentar el Bolshoi. La revolución de 1917 le marcaría otros rumbos, Polonia, Alemania, Paraguay, Uruguay. Finalmente en 1930, ancla en Buenos Aires.
En los años que siguieron irá transgrediendo las funciones tradicionales de la fotografía, que le permitirá moverse con libertad creativa.
Es así que se acerca a intelectuales y a plásticos como A. Gerchunoff, L. Falcini, R. Gómez Cornet, E. Daneri, R Soldi, C. Alonso, Victorica, Castagnino, Spilimbergo, Carpani y otros.
A través de este acercamiento es que asume un papel testimonial que, andando el tiempo, le permitirá construir un corpus visual de gran valor.
Este valor alegórico de su obra transforma su fotografía en trofeo y es así que hay todo un campo de pretendientes que busca esta incorporación simbólica al espacio privilegiado de la plástica, recurriendo a su estudio.
En sus dichos: “y si yo ofrecía mi estudio a los pintores era porque sabía que ellos no me exigirían el retrato bonito, sino que serían capaces de soportarse sin máscaras, con su aire de entre casa”.


TP: Viviana Navetta
PROPUESTA ESTÉTICA 2ª MUESTRA
LUNAS Y SOLES DE LA ESCUELA DE ARTE
Decidí tomar fotos de la arquitectura de la escuela de arte, porque siempre me atrajo su estructura y como la luz se relacionaba con ella. Las formas puras del entorno, casi como un edificio de la Bauhaus, ventanas circulares recorriendo un camino escorzado y también, ventanas ortogonales, formando un damero con reminiscencias a un cuadro de Mondrian. Paredes completamente vidriadas. La luz prima por sobre toda su dimensión, y a lo largo del día y la noche, cobra diferentes temperaturas, transformando lo habitual, en algo subjetivo y hasta algunas veces fantasmagórico.
Teniendo en cuenta a la luz como protagonista, quería que ella tomara cuerpo, sea algo material como la estructura del edificio. Para ello rescaté la tradición fotográfica del expresionismo Alemán, que me permitía dar primacía a la expresión de los sentimientos más que a la descripción objetiva de la realidad. Una fotografía como la realizada en el cine por Fritz Lang, en su película Metrópolis, 1926, donde juega  con los espacios, volúmenes y claroscuros. O quizás, también a la fotografía realizada por Alemania en el período de entreguerras, donde crearon un tipo de fotografía basada en la nitidez de la imagen y la utilización de la luz como medio expresivo, modelando las formas y destacando las texturas, como la del fotógrafo August Sander.
El efecto logrado mediante esta técnica, me permitió lograr que apareciera la luz como atrapada por las formas de su arquitectura, casi como un elemento más de ella, cobrando materialidad y forma.




 

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